La dehesa del futuro se diseña desde los pastos: crónica del taller técnico en Cáceres
El 26 de noviembre de 2025 celebramos en Cáceres una nueva jornada de co-creación de la Guía Dehesa del Futuro, centrada esta vez en una pieza clave del sistema: los pastos. El encuentro, cofinanciado por la Unión Europea y con la participación de distintas entidades públicas y privadas, se concibió como una jornada muy aplicada para avanzar en una metodología común de mejora de pastos en dehesas.
La bienvenida corrió a cargo de Ana De Santiago Roldán, investigadora en Cicytex y doctora en Biología. Una de las voces más autorizadas en lo que se refiere a suelos, pues es experta en fertilización, disponibilidad de nutrientes, bioquímica de suelos y nutrición vegetal. Es además responsable del Laboratorio de Suelos en la Finca La Orden.
Pastos que alimentan… y capturan carbono
La sesión se abrió con la ponencia de Alberto Franco (CONAI), “Pastos de dehesa: más forraje, más carbono, más futuro”. Franco recordó que, a escala mundial, los pastizales almacenan una parte muy importante del carbono del suelo, y que en la dehesa la combinación de árboles y pastos convierte este sistema en un gran potencial sumidero de CO₂.
Su mensaje fue claro: si mejoramos el manejo de los pastos no solo alimentamos mejor al ganado, sino que aumentamos el carbono retenido en el suelo. Para lograrlo, propuso una metodología en cuatro pasos:
Diagnóstico y línea base de carbono, con inventario de parcelas y estimación del carbono inicial.
Diseño del proyecto y del plan de manejo, definiendo prácticas mejorantes y estimando el potencial de secuestro de CO₂ dentro de estándares de certificación.
Implementación y sistema de medición, reporte y verificación (MRV), registrando cargas ganaderas, labores e indicadores de suelo y pasto.
Verificación externa y certificación, que permite generar créditos de carbono o pagos por servicios ambientales para las explotaciones.
Redileo, siembras y pastoreo adaptativo: qué funciona y para qué
A continuación, Mª Laura Peña González (ACTYVA) presentó los resultados de su trabajo sobre producción forrajera, biodiversidad y eficiencia ecosistémica del pastoreo adaptativo frente a los tratamientos de redileo y siembra de praderas.
Comparando fincas con redileo, siembra y pastoreo adaptativo, mostró que:
El redileo es el tratamiento que más favorece la biodiversidad, con la mayor riqueza de especies y diversidad de flora y edafofauna.
La siembra de praderas es la opción más productiva, multiplicando la biomasa y los días animal/ha, pero con menor diversidad vegetal.
El pastoreo rotacional adaptativo mantiene niveles elevados y estables de biodiversidad y se sitúa muy cerca del redileo en términos ecológicos.
Su conclusión fue que, en la dehesa, la combinación de pastoreo adaptativo y prácticas tradicionales como el redileopermite maximizar la funcionalidad ecosistémica sin penalizar la productividad a medio plazo.
Innovaciones frente a los “baches alimenticios”
El tercer bloque corrió a cargo de Jesús Fernández Habas (Universidad de Córdoba), que abordó las innovaciones para incrementar la autosuficiencia de dehesas frente a los baches alimenticios en un contexto de cambio climático.
Fernández Habas explicó cómo los baches de 5–6 meses sin suficiente pasto comprometen la viabilidad de muchas explotaciones, y presentó varias líneas de innovación:
Cultivos forrajeros perennes resistentes a la sequía.
Uso estratégico de leguminosas como Bituminaria bituminosa (tedera) y la instalación de setos de Atriplex halimus para mejorar la disponibilidad de forraje en momentos críticos.
Sistemas tipo “ley farming” en dehesas cerealistas, combinando años de cereal con pastos temporales mejorados que aumentan la fertilidad del suelo y reducen la necesidad de fertilizantes.
Modelos de planificación de reservas de alimento, que ayudan a decidir cuánta reserva es necesaria y a estimar la calidad del pasto (por ejemplo, la proteína bruta) para afrontar mejor los años secos.
Trébol subterráneo y mejoras que de verdad perduran
Desde ASEDAGRO, Alejandro Odón Martín del Solar habló de “Nuevas perspectivas en la mejora de pastos de secano en la dehesa extremeña” y puso el foco en qué entendemos realmente por “mejora de pastos”. La mejora, recalcó, no es solo sembrar una vez, sino transformar la comunidad vegetal hacia especies más eficientes y adaptadas, manteniendo producciones estables durante varios años y reduciendo la dependencia de insumos externos.
Destacó el papel clave del trébol subterráneo (Trifolium subterraneum y afines), capaz de fijar nitrógeno atmosférico, aumentar la proteína del pasto, mejorar la estructura del suelo y autorreseembrarse gracias al banco de semillas. Un pasto que funciona solo el primer año es “una siembra”; una auténtica mejora es la que se consolida y persiste en el tiempo.
Intensificación ecológica con leguminosas pratenses
Cerró la parte técnica Mª Lourdes López Díaz (INDEHESA-Universidad de Extremadura), con la ponencia sobre intensificación ecológica mediante el uso de leguminosas pratenses en dehesa.
Presentó resultados de siete fincas con zonas de pasto natural y otras sembradas con la misma mezcla de leguminosas desde hacía entre 1 y 14 años: la producción se duplicó incluso diez años después de la siembra, mejorando a la vez la calidad nutritiva del pasto y aumentando el contenido de carbono y nitrógeno en el suelo.
López enmarcó estas experiencias en el contexto de la intensificación ecológica promovida por la PAC, donde el uso de leguminosas pratenses permite reducir fertilizantes nitrogenados, aumentar el secuestro de carbono y disminuir emisiones de metano por unidad de producto. También presentó el proyecto SUDOE PASTONATUR, que busca profundizar en el papel de la ganadería extensiva en espacios protegidos del sudoeste europeo y construir una red transnacional para valorizar estos sistemas agroforestales.
Un paso más en la construcción de la “Guía Dehesa del Futuro”
Tras las ponencias, el taller se completó con un espacio de preguntas y debate, donde ganaderos, técnicos y personal investigador compartieron experiencias concretas sobre cómo aplicar estas herramientas en sus explotaciones: desde ajustar las rotaciones de pastoreo hasta valorar proyectos de carbono o combinar redileo, siembras y leguminosas en un mismo diseño de finca.
Las conclusiones apuntan a una idea común: la dehesa del futuro será más resiliente si se apoya en pastos diversos, ricos en leguminosas y bien manejados, capaces de producir más forraje, fijar más carbono y sostener la biodiversidad. Este taller aporta piezas clave para que la futura guía no sea solo un documento técnico, sino una hoja de ruta práctica al servicio de quienes gestionan la dehesa día a día.