La Dehesa es un bien común, un patrimonio mundial, un ecosistema de alto valor natural productor de bienes sociales, económicos y medioambientales, depositario de una tradición cultural que nos obliga a toda la sociedad para el bien de toda la sociedad. Así comienza el artículo que Pía Sánchez ha escrito para la revista «19 Líneas» y que os dejamos para vuestra lectura y consulta
Voy en tren camino de Madrid. Empieza a amanecer en la dehesa extremeña formando un bosque de claro oscuros verdes y tierra. Las vacas pastan en el silencio de los campos, sin inmutarse ante el paso del convoy. Mis ojos recorren las encinas que silenciosas se suceden a lo largo del paisaje. El panorama es desolador, la muerte súbita las está eliminando del paisaje, seca tras seca, rodales enteros de una muerte fea que me habla de nuestra incapacidad para dar soluciones, para frenar este despropósito de la naturaleza. Y con la encina se nos irá la sombra de lo que fuimos, de lo que somos, de nuestras raíces y de nuestra cultura, se nos irá la memoria de nuestros ancestros y el mundo de ayer en su grandeza y en su miseria. Miles de años desaparecerán en los próximos cincuenta sin que hayamos hecho lo suficiente para remediarlo. La dehesa es la última frontera del desierto. Cuando la encina desaparezca, los suelos pobres en los que se asienta, estarán más expuestos a las radiaciones solares, a los vientos, a la erosión. Se acabará el preciado alimento del ibérico de bellota y con ello uno de los mejores productos del mundo. Desaparecerá el mayor sistema de biodiversidad de Europa, y con él cientos de especies de flora y fauna que tienen en la Dehesa su hábitat natural. Y desaparecerá la producción de ganado extensivo propio de este ecosistema, y el modo de vida asociado a ella que conforma un patrimonio cultural de indiscutible valor en cuanto que testigo de lo que somos. La dehesa es un bien común, un patrimonio mundial, un ecosistema de alto valor natural productor de bienes sociales, económicos y medioambientales, depositario de una tradición cultural que nos obliga a toda la sociedad para el bien de toda la sociedad.
Por todo eso creamos Fedehesa, nuestra aportación, nuestro grano de arena, nuestra responsabilidad: Fedehesa trabaja en múltiples frentes: por un lado nos asociamos con centros de investigación, universidades y distintas empresas representativas para acometer dos importantes Proyectos Europeos:
• Un Interreg, el Prodehesa Montado, (www.prodehesamontado.eu) con 16 socios de España y Portugal y que tiene entre sus objetivos, el estudio de una normativa marco nacional para la Dehesa.
Desde nuestra organización pensamos que el solo hecho de contar con una Ley Marco Nacional que la identifique, será determinante en la asignación del importe necesario, dentro del Pilar I de la PAC de forma que se asegure su rentabilidad, uno de sus más acuciantes problemas. Este Proyecto busca también la declaración de la Dehesa como Patrimonio Mundial de la UNESCO, la valorización de sus productos y la transmisión del conocimiento entre propietarios y centros de investigación.
• El segundo Proyecto en el que estamos inmersos es el Life Liveadapt (www.liveadapt.eu) para la adaptación al cambio climático de los modelos de producción de ganadería extensiva, uno de cuyos paradigmas es precisamente la Dehesa.
Además colaboramos en la difusión de los resultados de las investigaciones sobre los principales problemas que aquejan a la Dehesa, ponemos en común a organizaciones públicas y privadas en torno a las necesidades que tenemos, servimos de correa de transmisión, generamos opinión y despertamos conciencias.
Fedehesa es un esfuerzo colectivo movido por el corazón. Se fundamenta en el sentimiento de unos pocos a los que se nos rompe el alma al ver nuestro paisaje en trance de desaparición. Había que hacer algo, teníamos que despertar conciencias y transmitir nuestros fundados temores. Y poco a poco fuimos creciendo, cooperativas ganaderas, asociaciones profesionales, productores, organizaciones forestales nos dieron su apoyo, la unión del sector se va haciendo realidad en el suroeste peninsular. Trabajamos con Portugal y su montado, empezamos a poner nombres propios a sus problemas, pusimos altavoces en las Consejerías, en el Ministerio, en Bruselas.
La Dehesa es un bien común, un patrimonio mundial, un ecosistema de alto valor natural productor de bienes sociales, económicos y medioambientales, depositario de una tradición cultural que nos obliga a toda la sociedad para el bien de toda la sociedad. Y esta vocación como ecosistema universal nos atañe a todos. Somos la generación, tal vez de las últimas, que podemos llorar su desaparición y es nuestra responsabilidad hacer el máximo esfuerzo por evitarla. Por eso estamos aquí.
Maria Pía Sánchez Presidenta de Fedehesa